Es un postre muy rico y sencillo de preparar.
Ingredientes:
Para la base:
- 1 taza de almendras o castañas de cajú o el fruto seco que prefieran
- 6 dátiles descarozados y remojados previamente unos 15 min en agua caliente para que se ablanden
- 1 pizca de sal
Para la crema:
- 1 ½ taza de castañas de cajú/anacardos previamente remojados en agua unas 6 horas
- 1 /2 taza de aceite de coco
- 1/4 taza de sirope de agave (esta cantidad es orientativa ya que dependerá del dulzor que quieras darle, es mejor comenzar poniendo menos sirope e ir probando y agregando)
- Jugo/zumo y ralladura de 1 o 2 limones (a gusto)
- 1 pizca de sal
Preparación:
Para la base:
- Poner en el bol de la procesadora o robot de cocina las almendras con la sal y procesar hasta obtener una harina no muy fina.
- Escurrir los dátiles, agregarlos y seguir procesando hasta formar una masa que se pueda trabajar con los dedos y que no se desmigaje, que tenga consistencia.
- Colocar la mezcla en el molde elegido y aplastar con las manos hasta obtener una superficie firme y uniforme.
- Llevar a la heladera/nevera mientras preparamos la crema.
Para el relleno:
- Escurrir las castañas de cajú/anacardos y colocarlos en el bol de la procesadora o robot de cocina junto al sirope, la pizca de sal, la ralladura y el jugo/zumo de limón.
- Procesar bien todos los ingredientes hasta formar una crema suave y lisa.
- Por último, agregar el aceite de coco en su forma líquida (como normalmente es sólido a temperatura ambiente, colocarlo cerca de una fuente de calor durante unos minutos para que se vuelva líquido y así, poder incorporarlo a la preparación).
- Integrar bien el aceite de coco a la crema y volcar la preparación sobre la base.
- Llevar a la heladera/nevera por unas 3-4 horas hasta que el relleno esté bien firme.
Consejitos
- Podemos reemplazar las almendras directamente por harina o polvo de almendras.
- Para la base no es necesario remojar las almendras ya que sino quedaría una masa muy húmeda.
- El líquido de remojo de los anacardos hay que desecharlo.
- El agua de remojo de los dátiles se puede guardar en un frasco de vidrio en la heladera/nevera y aprovechar su dulzor como si fuese una especie de «miel» para endulzar batidos o agregarlo a otras preparaciones.
Con los mismos ingredientes de la base puedes preparar trufas y barritas crudiveganas.
Si quieres ver la receta con el paso a paso no te pierdas este video: