Otra opción vegana para seguir disfrutando un buen yogur en todo momento.
3 porciones
1 taza de castañas de caju/anacardos
1/2 cucharada de probióticos
Entre ½ y ¾ taza de agua dependiendo la consistencia deseada
1 pizca de sal
–Utensilios necesarios
Bowl
Licuadora
Cuchara
Recipiente de vidrio para fermentar el yogur y conservarlo posteriormente
Colocar los anacardos en un bowl y agregar agua hasta doblar su volumen.
Dejar en remojo durante 6-8 horas.
Luego desechar el agua y colocarlos en el vaso de la licuadora o de un robot de cocina junto a ½ taza de agua.
Licuar hasta integrar bien y obtener una crema. Podemos ir ajustando la cantidad de líquido dependiendo si nos gusta un yogur más líquido o más espeso.
Tener en cuenta que luego al incorporarle el probiótico y dejarlo reposar se espesara un poco más.
Verter la crema en un recipiente de vidrio, agregar el probiótico y mezclar bien.
Tapar con un paño de cocina (no cerrar herméticamente con la tapa) y lo dejamos en un lugar cálido para que fermente entre 8-12 horas.
Pasado ese tiempo vamos a ver que nuestro yogur a « levado » y se han formado unas burbujitas. También su olor a cambiado ya que ahora está más ácido.
Lo probamos y ahora sí esta listo para usar. Si nos gusta su sabor podemos cerrarlo herméticamente y llevarlo al refrigerador para su posterior uso.
Si nos parece muy ácido o amargo ahora es el momento de agregarle miel, ralladura de limón, esencia de vainilla, etc.
Una vez logrado el sabor deseado ahora si cerramos en recipiente herméticamente y lo guardamos en el refrigerador para su consumo.
Ideal para un desayuno saludable con avena y mango.