Gracias a la mezcla de estas dos harinas este pan es muy perfumado y con un sabor diferente al habitual.
Un pan chico (8-10 rebanadas)
200 g de harina de garbanzos
300 g de harina de maíz
1 sobre de levadura
1 cucharada de aceite
Sal a gusto
Agua tibia: cantidad necesaria
–Utensilios necesarios
Bowl
Espátula
Molde rectangular apto para horno
Mezclar en un bowl las harinas, la sal, la levadura y el aceite.
Agregar agua tibia hasta unir bien los ingredientes y formar una masa bastante líquida, que no podamos trabajar sobre la mesa y se nos pegue en las manos. En realidad, este es el secreto para que los panes sin gluten queden con una miga no demasiado densa.
Dejar descansar la masa en el bowl tapada con un trapo por unas horas para que leve.
Pasado ese tiempo, verter la masa en un molde rectangular.
Llevar a horno precalentado a 180°-200° durante unos 20-30 min o hasta que veamos que el pan está dorado y que al introducir un cuchillo sale seco.
Dejar enfriar sobre una rejilla.
Este pan es ideal para comer en el desayuno o la merienda junto a mantequilla vegana y mermelada casera de ciruelas.